El Museu del Palmito de Aldaia (MUPA) acoge la exposición itineranteTerra de Campanes hasta el 28 de mayo en horario habitual del museo. La exposición ha estado comisariada por Pau Sarrió, autor del estudio Les veus de l’Horta Sud, publicado por el Institut d’Estudis Comarcals de l’Horta Sud, y producida por el Museu Comarcal de l’Horta Sud y el ETNO- Museu Valencià d’Etnologia.

 

La sociedad tradicional no puede entenderse sin el sonido de las campanas. Sacristanes, acólitos, campaneros, campaneras y serenos marcaban, con las cuerdas que colgaban de los badajos de las campanas, el latido de la vida del pueblo. Señalaban el amanecer, el mediodía y, el atardecer, la hora de refugiarse en casa. Y cada día, advertían de los hitos más importantes en el pueblo: desde los actos litúrgicos, hasta los cambios en los turnos del riego de las acequias o las reuniones del consejo. Desde los campanarios se alertaba, también, de peligros (incendios, riadas, etc.) y, incluso, se protegía simbólicamente la comunidad.

 

La exposiciónTerra de Campanes nace con el doble objetivo de dar a conocer al público asistente la importancia de los toques de campanas en el seno de la sociedad tradicional valenciana, poniendo el énfasis en el caso de l’Horta Sud; y por otro lado, de poner en valor el patrimonio campanero, tangible e intangible, para rebuscar un futuro para él.

 

La exposición se desarrolla en cinco grandes ámbitos temáticos, interconectados, precedidos de unas nociones introductorias. El punto de partida lo constituyen dos ámbitos dedicados a cuestiones materiales, uno en su origen de las campanas y un segundo más extenso en que introducimos algunas nociones sobre los fundidores, sus técnicas de fundición, la epigrafía de los bronces y sus instalaciones.

 

A continuación, la exposición introduce a los y las visitantes en los usos tradicionales de las campanas: un primer espacio dedicado a diferentes facetas de uso, en el ámbito sagrado y el civil, mujer a un segundo, dedicado específicamente a las matracas, los instrumentos que en los tiempos del Triduo Pasqual sustituían a las campanas, en señal de luto por la muerte de Jesucristo. Finalmente, a manera de epílogo, se presenta el proceso de mecanización de los campanarios y el surgimiento de las nuevas pandillas de campaneros y campaneras, que apuestan no solo para mantener viva la tradición, sino también para investigar y poner en valor el patrimonio material e inmaterial vinculado a esta.